Cuestionamiento al discurso de Benedicto XVI y publicado por La Repubblica.it, el 09 de agosto de 2009
No es novedad que Benedicto XVI ataque al ateísmo, a los ateos y ateas del mundo, no es novedad que el catolicismo difunda el odio a la libertad de expresión y religión, principalmente a la ateología, le recuerdo Benedicto XVI que ser ateo es legal y es legítimo y está reconocido en casi todas las Constituciones políticas del mundo (aunque aún les reconocen privilegios inmerecidos al catolicismo, por el hecho de haber invadido y matado a nuestros ancestros oriundos de América, producto de su intolerancia y mezquindad que aún lo mantiene), solamente algunas naciones y estados más atrasados no lo reconocen aún.
Benedicto XVI, se queja del nazismo, pero se olvida que sus pares en la época de Hitler, se callaron frente a los exterminios de los judíos, es más colaboraron y desfilaron frente a este despreciado hombre llamado Hitler y luego escondieron en sus iglesias Y sus casas de Italia a los criminales alimentándoles y facilitándoles documentación falsa para que se escapen a América Latina y otras partes del mundo. Osea que el catolicismo oficial colaboró con Hitler y Mussolini y no nosotros lo ateos, ahora se queja, se queja luego que se hicieran los sordos, mudos y ciegos cuando las papas quemaban en los campos de exterminio, esto significa que no sacaron ni una sola carta pública, ni una bula, ni nada cuando estaban ocurriendo los hechos, ahora que Hitler ya está muerto, recién dice esta boca es mía, ¿para que ya? ¿a los judíos matados ya no les van a revivir? ¡el movimiento hitleriano está totalmente derrotado! Gracias a EE.UU. y a Rusia principalmente, y NO a la iglesia católica ¡el nazismo no es amenaza ya! Entonces de nada sirve que alguien diga: los nazistas, no tiene sentido; y que Benedicto VXI diga ¡el nazismo! es por supuesto un exceso de sinvergüencería.
Además, ataca al nihilismo y al ateísmo, dice que nosotros los ateos “atacamos la sacralidad de la vida” nada más falso, nosotros los ateos, Benedicto XVI, amamos la vida y defendemos la vida, no la corrompimos, velamos por nuestras libertades individuales conseguidas con sacrificio y lucha, ¡nosotros tomamos nuestras propias decisiones! ¡y no necesitamos que alguien nos diga que hacer o que decir o que pensar, porque somos preparados, mucho más preparados que tú!; ¡no necesitamos que alguien se entrometa en nuestras vidas y nos “mal” diga que está bien o que está mal, nosotros no representamos el mal, por el contrario, tú si representas al mal, al odio, al atraso; nosotros representamos el bien, el amor, la justicia, la libertad, la ciencia, nosotros no usurpamos el lugar de nadie, menos de dios, porque dios es una sola idea inventada por el hombre, yo ateo, se que es el bien y que es el mal, nosotros; los hombres sí sabemos cuando dar vida (por eso muchos varones y mujeres tienen hijos y/o hijas) y tu no lo puedes hacer por tu incompleta doctrina (si lo tienes lo tienes escondido y te avergüenzas de ellos, como lo hacen pocos o muchos curas) sabemos cuando debemos apoyar la pena de muerte (le hemos concedido este privilegio al Estado que lo ha reglamentado y de ser el caso lo aplica, por ejemplo, en los delitos de traición a la patria en caso de guerra exterior), nosotros los hombres libres, Benedicto XVI, no utilizamos a ningún concepto como dios o diablo para imponer reglas o modos de vida, en cambio hay hombres inferiores e infelices, llenos de miseria en su mente o alma que aprovechan al concepto dios para utilizarlo y decir que está bien y que está mal y así ordenan o pretenden ordenar o influyen o pretenden influir en las personas.
Un ateo no olvida a dios, ¡no! sino que identifica ese concepto (dios) en su real y limitada dimensión y empieza a preocuparse por si mismo y para si mismo: libre como las aves y sin ningún imaginario carcelero, en consecuencia ni sustituimos ni usurpamos, nada ni a nadie. Al ejercer nuestra libertad, ejercemos un derecho, que tu no lo puedes desconocer, aunque quieras hacerlo.
El humanismo ateo, por supuesto que es diferente y superior al humanismo cristiano, el humanismo ateo en realidad recién esta naciendo en muchas naciones, es verdad; pero de que haya sido antítesis real del catolicismo, es falso, pues esta antigua y anacrónica doctrina católica monopolizó todos los aspectos de la vida del hombre de manera violenta, por eso su historia está llena de sangre y de muerte, de desprecio al hombre; el hombre ha avanzado más y mucho más (y lo seguirá haciendo) cuando han sido (y son) gobernados por gente laica, por estados laicos, recuerda, cuando en la edad media gobernó la doctrina católica en diversas naciones, éstas no prosperaron, ¡no prosperó la humanidad!, ¡por el contrario, retrocedió! Los científicos fueron perseguidos y la ciencia en general casi exterminada, a esta fea y horrible etapa de la historia se le conoce justificadamente como EL OSCURANTISMO y se dedicaron a sembrar cruces y cosechar oro y riquezas en nombre de dios y del amor, a eso se dedicaron antes y se siguen dedicando ahora: a difundir una doctrina antigua y falsa para engrosar sus arcas económicas y privilegios sociales. No señor, el humanismo ateo, fue prohibido y perseguido, acaso ya sufres de amnesia; la verdad es que recién el humanismo ateo se está aplicando poco a poco en diversas partes del mundo.
ESTA LATENTE, lamentablemente muchos estados considerados laicos, actúan como estados confesionales, dándoles privilegios injustificados; un grueso número de zánganos son educados, alimentados y mantenidos por el estado para mantener esta falsa doctrina, regalándoles grandes terrenos y sueldos a profesores para engañar a nuestra inocente niñez y juventud, neutralizan y tuercen su voluntad y luego disfrutan las ganancias. Osea en una nueva ofensiva del oscurantismo religioso en el control del poder en las naciones sería catastrófico para la humanidad y para la ciencia, por lo que los hombres y sectores más progresistas que quieren y aman nuestra especie deben estar alertas frente a esa mala intención.
Un ateo no es dios, ni siquiera lo quiere ser, tampoco quiere convertirse en dios (no es mutante: X men), ¡de ninguna manera!, esa frase insulsa de Benedicto XVI de que “el hombre en nombre de la libertad se transforma en un dios y que hace de la arbitrariedad su propio sistema de comportamiento”, no es más que un psico social dirigido a neutralizar la voluntad de los hombres de asumir su posición en el cosmos como animal racional más evolucionado en el planeta tierra (no hay otro en nuestro planeta); por lo tanto, a los hombres libres va la invitación a que sigan ejerciendo su libertad sin temor alguno, menos a una caduca doctrina religiosa, ni al concepto dios, creado por el hombre a su capricho y voluntad y por supuesto, siempre practicando los valores y la ciencia, principalmente guiados por la verdad y la justicia; valores que algunos pretenden manipular como lo han hecho a lo largo de la historia de la humanidad.
