“La Coordinadora de Derechos Humanos es una cojudez” Juan Luis Cipriani.
“Dice Cipriani que se preocupa por los derechos humanos. ¿Nos cree cojudos?” César Hildebrandt.
Alan García, se ha dado el afán de condecorar a Juan Luis Cipriani el 09.01.2009 con la Orden del Sol del Perú en el grado de Gran Cruz y en su discurso de reconocimiento ha esbozado una serie de falacias como por ejemplo afirmar temerariamente “que sin cristianismo no hay democracia auténtica” afirmación ilógica y sin sustento; a lo largo de la historia la religión ha cambiado de color y de forma se ha metido como una enfermedad en todos los regímenes, tal es así que convivió y convive con las monarquías absolutas (incluso en la actualidad en aquellos países que existe este régimen) también ha convivido con dictaduras tipo Franco en España o Pinochet en Chile, o con Fidel Castro en Cuba y otras por su puesto; es decir las religiones, en particular la católica, siempre están detrás del poder, no de los pobres (a los pobres los utilizan y los desechan) mientras ellos viven ahogados entre vino, manjares y placeres carnales, esto quiere decir que los regímenes son acechados y víctimas de la religión y como siempre no faltan políticos corruptos que no sólo le dan la bienvenida, sino que se cobijan bajo las sotanas para saquear sus países y los premian, entonces es absolutamente falso que la democracia necesite a la religión para poder existir, por el contrario una verdadera y auténtica democracia no necesita de la bendición de ninguna Mitra u otra religión para desarrollarse, en todo caso, las incipientes democracias son víctimas de la voraz religión que se mete para jugar su propio partido y llenarse de plata los bolsillos. Alan García en dicha premiación a dicho también “que el mensaje universal de la salvación de cristo, es un mensaje para todos sin excepción” nuevamente miente, los mensajes de Cipiriani son para todos lo católicos (ni siquiera son para los evangélicos) – yo no soy católico, por tanto, lo que diga el cardenal, no lo acato, ni sigo sus consejos; en el colmo del delirio de Cipriani, este ordenó a sus ovejas, a no ver la película el Código Da Vinci del Director Ron Howard, Pero igual, ni siquiera ellos le hicieron caso, y lo vieron y se divirtieron con dicho film.
Pero por qué los políticos se preocupan por no pelearse con los representantes religiosos, es clara la intención, les permite mantenerse en el poder, cometen actos de corrupción, atentar contra los derechos humanos y los religiosos se encargan de tapar las cochinadas como los gatos techeros (con las disculpas de los señores gatos ya que es sólo una metáfora) esto es el fondo del asunto, hacerse favores mutuos, y las gollerías siguen y ellos felices y el pueblo tiene que pagar altos impuestos para pagar el sueldazo (legal pero inmoral) del Cipriani (no olvidamos sus amores con el gobierno de Fujimori y Montesinos) y de los políticos que están en el poder aprovechándose del pueblo. Con esto quiero decir que los peruanos (pocos pero peruanos) NO estamos de acuerdo con el reconocimiento dado a Cipriani, por lo que lo cuestionamos y rechazamos, particularmente yo rechazo el gesto pusilánime y la condecoración de Alan García a favor de Juan Luis Cipriani.
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