Un comando vestido de sangre
toma por asalto el banal cielo
con binoculares en los ojos.
Los ángeles armados de hambre
se congelan de miedo como hielo
y varían sus sexos de piojos.
Gays santos defienden con vinagre
orgía eterna cual caramelo
los fieros seres dejan despojos.
Matan ángeles, sin desposarse
rescatan torturadas sin velo
Jesús y Dios muestran sus enojos.
Capturado, Dios, quiere quemarse
María alegre se quita el pelo
y se van sus discípulos flojos.
Ya matan a Dios, sin relajarse
incendian para siempre el cielo
jeshu es sacrificado en los ojos.
Los muertos no pueden ya bañarse
el hombre se yergue con gran celo
vence al divino y a sus antojos.